A mi Lili, en
su cumpleaños
A mi Coqui, en
nuestros años.
Espejo genético, amor verdadero, compañía vital que te
hermana por siempre, para siempre. Sangre de mi sangre, bienaventurado soy.
Certeza de cercanía, certidumbre existencial. ¿Cuándo nos conocimos?: el día
que nacimos. Por eso el sol incluso alumbra a la luna en la oscuridad de la
noche; porque estás tu aquí, sembrada en mis raíces.
Cómplice y pirata, tienes corazón de plata. Enemiga
combatiente, tienes corazón valiente, latente, siempre presente. Amiga y
confidente, aún guardas prudente aquel secreto ardiente.
La más pequeñita si eres pequeñita, la más grande si eres
grande. No importa: eres mi hermanita.
Todavía recuerdo la primera vez que nos abrazamos de verdad:
sonreímos. Todavía recuerdo la primera vez que peleamos de mentiras: lloramos.
¿Cuántas veces te he dicho que te quiero?
Un día cometiste una locura y enloquecí. Lloré tu llanto y
sequé las lágrimas de mamá. Papá estaba en otro lado, pero estaba allí. Otro día
cometí una locura y corrí a tu sensato regazo. Eres como un árbol en verano,
antes del otoño. No te vayas en el invierno, te necesito en mi primavera.
Un día nos enojamos y nos dejamos de hablar. Ese día calló
mi corazón y se me cayó. Otro día nos alegramos y comenzamos a cantar. Fue el
día que aprendí a caminar.
Ahora te veo y me leo en tu rostro, sé nuestra historia.
Cuando estoy solo sé que no estoy sólo, sé de qué estamos hechos. Por eso hoy y
aquí no hay tiempo ni distancia: eres mi hermana… y yo tu hermano. Gracias,
hermana, por ser y estar.
(Dormingo publicado el 10 de febrero del 2013, día del cumpleaños d mi hermanita Lili, en la versión impresa de Cambio de Michoacán y para ser leído como fue escrito: el día del cumpleaños de
tu hermana, escuchando la música que un día descubrieron juntos. Dormingo para
ser leído a nuestras hermanas el día que nos venga en gana)
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