miércoles, 16 de julio de 2014

Sazón para el Corazón (Plegaria a San Miguelito)


A Cynthia, naturalmente,
en ofrenda al talento con que nos nutre

Sazón para el corazón. Un poco de calor, para tanto color. Un poco de sabor, para tanto candor. Un poco de olor, para tanto esplendor. Un poco de todo, para tanto buen modo.

Una mano que con frutos danza, una mirada que aderezos lanza. Entre pizca y pizca, el sentido del equilibrio y la comunión: maridaje de la creación. Una ensalada, como hada alada, como ese corte extinto en su reencarnado tinto. ¿Un mezcal? No, mejor dos o tres sin pensarlo, pero ya no cuatro, porque entonces habrá quinto no malo.

Y es que el secreto de la receta no está en los ingredientes, ni en la ruta de su cocción: está en los cimientes, en el ánimo que la anima, en el toque exquisito de esa existencia creativa que nos recrea con sonoros sabores, preciosos olores. ¿Y ese Santo de cabeza? ¡Es su gran fortaleza!

Aquí no se come, se alimenta. Y el nutriente no es sólo el que la mar, la tierra y el cielo generosamente nos ofrece, sino la magia con que una muchacha incandescente lo ofrenda y lo reinventa.

Por eso, si vienes, emprende con goce los signos de su carta y si al leer en ella los mangares del mundo encuentras la gracia que transforma las sensaciones en sentimientos, será porque te ha cobijado el manto de San Miguelito y la mirada sutil de la chamán que le guía hacia ti. Por eso, si vienes, no te irás. Por eso, disfrútalo.

Ahora, provecho, siéntete en vida: estás en una cocina viva que, nunca furtiva, vibra altiva y nativa.


(Dormingo publicado en la versión impresa de Cambio de Michoacán del 12 de julio del 2014 y para ser leído como fue escrito: sentado en mi mesa de la terraza de San Miguelito, haciéndole los honores a un plato mezcalero con sus dos mezcales de Tzitzio y escuchando de memoria el “play list” que un día voy aquí a dejar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario